El implante fue llevado a cabo por un equipo de investigadores españoles, pertenecientes al:
- Hospital Universitario de Alicante el Hospital Vega Baja.
- La Universidad Miguel Hernández, holandeses y estadounidenses, según publica la revista científica The Journal of Clinical Investigation.
Después de seis meses de tratamiento clínico, el experimento dio resultados positivos, ya que la mujer empezó a reconocer distintas formas, patrones y hasta letras estimulando distintos microelectrodos al mismo tiempo, sin que esto acarrea efectos secundarios o complicaciones posteriores.
“Al ser parte de una investigación, el tratamiento tiene limitaciones que deben mejorarse antes de que esta tecnología pueda ser utilizada de forma frecuente a nivel clínico. El objetivo es poder ofrecer a las personas invidentes un sentido de la vista funcional, que pueda permitirles percibir objetos y formas de su entorno y, quizás, interpretar textos, símbolos o señales ya que, hoy por hoy, devolver la visión completa es imposible”.