En esta emisión de Mujeres que Impactan, Sthefanie Balcazár habla acerca del impacto que tienen las redes sociales en nosotros, y cómo al emprender en un proceso de autoconocimiento, podemos protegernos de aquellos mensajes que suelen alterar la percepción que tenemos de nosotros mismos.

En la era de las redes sociales, la forma en que nos proyectamos en ellas se ha convertido en una parte integral de nuestras vidas. Así mismo, las imposiciones sociales sobre cómo deben ser nuestros cuerpos, rostros, logros y personalidades se han ido fortaleciendo con los años y el auge de estas plataformas. Esto nos a afectado a muchas personas pero, sobre todo, a las mujeres jóvenes que día a día consumimos el contenido de “insta models” e influencers. 

Sthefanie Balcázar, comunicadora social especializada en comunicación institucional y marketing político, es la creadora de @escooltura en Instagram. Una plataforma por medio de la cual busca enseñarle a mujeres y jóvenes que, aunque es importante hacer un trabajo de mejoramiento personal interno, también debe hacerse uno externo. 

Esto involucra hacer una limpieza de canales de comunicación. “Lo que vemos, leemos y escuchamos, influye en cómo procesamos la información”, señala la comunicadora, “a quién seguimos y con quién andamos altera nuestra percepción”.

Plataformas como Instagram han sido territorio para reforzar estándares de qué es atractivo y qué no. Es entonces como, en la actualidad, se ven mayores casos de disforia corporal en adolescentes y mujeres jóvenes que no sienten lograr la pauta requerida para ser aceptadas. 

Estas creencias y narrativas han afectado incluso a la creadora de Escooltura, plataforma que, inicialmente, pretendía ser un espacio de asesoría de imagen para otras mujeres. 

Pero Sthefanie notó que ella misma tenía problemas con su propia imagen. Tuvo que enfrentarse a sí misma al darse cuenta de que ella no podía guiar a otras mujeres en base a este mensaje si ella misma no se estaba creyendo el cuento que estaba contando. “El verdadero camino era acompañarnos con estas mujeres en el proceso de autoconocimiento y autocuestionamiento”, afirma ella.

Así mismo, la comunicadora señala el cómo la inmediatez que ha traído la globalización han alterado las formas de relacionamiento humano. Apoyándose en el concepto de ‘modernidad líquida’ de Zygmunt Bauman, resalta que la generación actual se ha alejado de lo que es la vulnerabilidad, en mostrar sus emociones y comunicarse afirmativamente.

Pues, no es difícil ver el cómo, gracias a las redes sociales, vivimos en un mundo virtual lleno de significados implícitos. ¿Qué significarán tres ‘likes’ seguidos? ¿Una reacción de ‘fueguito’ es coqueteo? 

Todas estas formas de comunicación no directas ha generado que en realidad no haya espacios de conversación, ni tampoco de crítica constructiva. Pues, al no darse un verdadero diálogo respecto a lo sucedido, no nos responsabilizamos de nuestros actos y terminamos por dejar en manos de otros nuestros destinos y emociones.

“Luego caemos en eso de ‘No, yo no soy quien debe disculparse porque fue esa persona quien me hizo daño”, señala Sthefanie, “sin responsabilizarnos por nuestro rol en el conflicto”. Pues, como dicen por ahí, para pelear se necesitan dos. 

El encontrarnos en un mismo ciclo puede significar que es momento de realizar cambios a nivel personal. No sirve el discurso interno de ‘todos están mal y yo estoy bien’, ya que, si este tipo de situación se ha repetido más de una vez y el factor común de cada uno de estos problemas somos nosotros, suele ser porque la decisión de cambio está en nosotros. 

“¿Por qué estoy experimentando esto otra vez? Generalmente es el universo poniéndonos un espejo”, explica la comunicadora, “para que veamos que el problema no es lo que está mal en los demás sino mis propias fallas”.

El hacerse preguntas a sí misma ha sido uno de los factores esenciales en el proceso de autoconocimiento de Sthefanie, que ha tomado inspiración de hacerlo gracias al libro Las 1000 preguntas más importantes que deberías hacerte de Alyss Thomas, como el analizar si está reaccionando como sí misma o cómo lo harían otras personas de su vida.

El autoconocimiento es sumamente importante para la comunicadora, que ha analizado que, en la actualidad, generalmente nos presentamos como lo que hacemos en vez de lo que somos. Cada que conocemos a alguien, decimos nuestra profesión, y no nuestras cualidades. De la misma manera, basamos nuestra identidad alrededor de la labor que realizamos, “nos hemos acostumbrado a ser lo que hacemos y no hacer lo que somos”, señala Sthefanie, también resaltando que esto termina por alejarnos de nosotros mismos.

Ante esta disyuntiva, ella decidió que su proyecto sería impulsar el crecimiento personal desde su plataforma, generar conciencia de que el autoconocimiento es esencial para formar un proyecto de vida en el cual se puede lograr ser feliz. A hacer lo que somos, y no lo que hacemos.