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Foto de Elijah Hiett en Unsplash.

En la actualidad es muy frecuente encontrar personas que tengan algún tipo de “esclavitud mental” ya que al ser humano lo influencian muchos factores de su entorno, vivencias y demás, donde sus acciones y opiniones se basan en su perspectiva personal y esto es lo que refleja en su vida cotidiana. Estamos en un mundo donde cada día se hacen grandes avances y descubrimientos, en los cuales los seres humanos estamos programados para ir evolucionando día tras día a un mundo nuevo de tecnologías y conocimientos, esto nos ha llevado a que podamos relacionarnos fácilmente con otras personas, permitiéndonos conocer culturas, dialectos, idiomas, formas de pensar, de vestir etc. Todo esto me ha llevado a cuestionarme ¿Por qué es tan difícil cambiar nuestra forma de pensar y salir de la esclavitud mental en la que vivimos? A los seres humano desde muy pequeños se nos enseña y nos programan en una cultura que nos “encasilla” con estereotipos que quizá no estamos de acuerdo pero se nos exige seguir al pie de la letra ciertas enseñanzas que hoy en día no son importantes. Por ejemplo, se nos enseñan cosas como: El color rosado es de mujer y el azul del hombre, las mujeres son el sexo débil y el hombre es el sexo fuerte, la mujer debe estar pendiente de sus hijos mientras el hombre trabaja, la mujer debe tener caderas grandes para que pueda tener hijos sanos, el hombre no llora, la mujer debe ser femenina, el hombre no puede sentir miedo, la mujer debe tener el pelo largo, el hombre debe tener el pelo corto. Pensamientos como estos son los que no permiten que la esclavitud mental disminuya y lo que muchas familias no les enseñan a sus integrantes es a ser felices e independientes con pensamiento crítico, que son cosas realmente importantes y que nos van a servir para toda la vida. Todo lo anterior ha sido un gran problema para la sociedad actual, ya que en este tiempo hay muchos paradigmas que llevan a que las personas no puedan opinar por sí mismos, donde sean capaces de ponerse en el lugar del otro, para comprenderlo y no juzgarlo, por ejemplo: Si una persona se hace un tatuaje, muchos salen a decir que es “drogadicto”, si una persona se viste de negro, ya es “satánica”, si una mujer no se quiere casar, ya es una liberada que no sirvió para ser mujer, rótulos como estos nos llevan a que tengamos que soportar leyes sin fundamento donde personas externas que no conocen nuestra realidad tomen decisiones que no les compete y nuestras propias decisiones no sean tomadas en cuenta porque está bien visto que seamos como los demás y no como queremos o cómo nos sentimos bien.


Foto por John Michael Lindsey


Todos somos seres humanos que sentimos dolor, tristeza, alegría, satisfacción, miedo, angustia, gratitud, amor etc. Y por lo tanto, deberíamos tratar y ser tratados como tal, COMO SERES HUMANOS. ¿por qué siempre está la necesidad de estar juzgando al otro?, ¿por qué no podemos sentir compasión por aquel ser humano que se enamoró de otro ser humano de su mismo sexo?, ¿por qué es tan difícil entender que una mujer desee poder tomar su propia decisión con respecto a su cuerpo?, ¿por qué no podemos entender que no todos nacimos para estudiar profesiones iguales, esas que “si dan plata”?, porque no todos tenemos que graduarnos del colegio y de la universidad en un rango de edad y de tiempo que el sistema dice y exige, porque no somos capaces de vivir nuestras propias vidas sin estar pensando mal de los que toman decisiones diferentes que no nos parecen las “correctas”, y tal vez para algunos no es “correcto” pero para esa persona es la única solución, o puede ser ese su sueño. Los seres humanos buscamos que se nos diferencie por lo que somos, y no por lo que tenemos, por tal motivo merecemos dar y recibir respeto y comprensión por las decisiones que cada individuo tome, claro está sin perjudicar nuestro entorno, todo aquello que sueñes lo puedes hacer sin importar qué inclinación religiosa o sexual tengas, estamos en un mundo donde todos cabemos con nuestras formas de pensar. Por este motivo debemos evolucionar y salir de la esclavitud mental de rótulos donde nos encajonan para que fuéramos iguales en una sociedad desigual, ya que todos somos diferentes y no está bien que ninguna religión, gobierno o sistema nos quite lo más importante, que es la libertad, tenemos que vivir viendo nuestro futuro, rodeémonos de personas libres que tengan buenas acciones, personas que sean un buen ejemplo donde podamos ser nosotros mismos, sigamos “parámetros” donde nos hacemos bien entre todos, que seamos capaces de respetarnos, comprendernos a nosotros mismos y a todo aquello que nos rodea, incluso la naturaleza y lo material, porque el futuro se encarga de darte todo lo que te mereces. No hay necesidad de exterminar lo que no entendemos, porque al fin y al cabo solo tenemos una sola oportunidad de vivir esta vida y ningún ser humano es perfecto, así que vivamos, soñemos, viajemos, disfrutemos de todo para que el día que tengamos que irnos, tengamos la certeza de que hicimos las cosas bien y vivimos en paz y libertad, y nunca sentiremos la necesidad de preguntarnos ¿Por qué desperdicié mi tiempo tratando de vivir como la sociedad lo exigía? O ¿Por qué no hice el viaje que quería hacer? O ¿Por qué no vivir mi propia vida sin pensar que están haciendo los demás mal? Despréndete de todo aquello que no te deje vivir feliz. Ninguna persona sea quien sea está más capacitada que tú, para tomar tus propias decisiones, haz lo correcto siempre pensando en lo que quieres atraer para tu futuro, sin tomar atajos para que nunca tengas que volver al mismo punto, y nunca permitas críticas o consejos destructivos en tu vida.



Esclavitud Mental, en un Mundo Actual

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October 21, 2018

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Foto de Elijah Hiett en Unsplash.

En la actualidad es muy frecuente encontrar personas que tengan algún tipo de “esclavitud mental” ya que al ser humano lo influencian muchos factores de su entorno, vivencias y demás, donde sus acciones y opiniones se basan en su perspectiva personal y esto es lo que refleja en su vida cotidiana. Estamos en un mundo donde cada día se hacen grandes avances y descubrimientos, en los cuales los seres humanos estamos programados para ir evolucionando día tras día a un mundo nuevo de tecnologías y conocimientos, esto nos ha llevado a que podamos relacionarnos fácilmente con otras personas, permitiéndonos conocer culturas, dialectos, idiomas, formas de pensar, de vestir etc. Todo esto me ha llevado a cuestionarme ¿Por qué es tan difícil cambiar nuestra forma de pensar y salir de la esclavitud mental en la que vivimos? A los seres humano desde muy pequeños se nos enseña y nos programan en una cultura que nos “encasilla” con estereotipos que quizá no estamos de acuerdo pero se nos exige seguir al pie de la letra ciertas enseñanzas que hoy en día no son importantes. Por ejemplo, se nos enseñan cosas como: El color rosado es de mujer y el azul del hombre, las mujeres son el sexo débil y el hombre es el sexo fuerte, la mujer debe estar pendiente de sus hijos mientras el hombre trabaja, la mujer debe tener caderas grandes para que pueda tener hijos sanos, el hombre no llora, la mujer debe ser femenina, el hombre no puede sentir miedo, la mujer debe tener el pelo largo, el hombre debe tener el pelo corto. Pensamientos como estos son los que no permiten que la esclavitud mental disminuya y lo que muchas familias no les enseñan a sus integrantes es a ser felices e independientes con pensamiento crítico, que son cosas realmente importantes y que nos van a servir para toda la vida. Todo lo anterior ha sido un gran problema para la sociedad actual, ya que en este tiempo hay muchos paradigmas que llevan a que las personas no puedan opinar por sí mismos, donde sean capaces de ponerse en el lugar del otro, para comprenderlo y no juzgarlo, por ejemplo: Si una persona se hace un tatuaje, muchos salen a decir que es “drogadicto”, si una persona se viste de negro, ya es “satánica”, si una mujer no se quiere casar, ya es una liberada que no sirvió para ser mujer, rótulos como estos nos llevan a que tengamos que soportar leyes sin fundamento donde personas externas que no conocen nuestra realidad tomen decisiones que no les compete y nuestras propias decisiones no sean tomadas en cuenta porque está bien visto que seamos como los demás y no como queremos o cómo nos sentimos bien.


Foto por John Michael Lindsey


Todos somos seres humanos que sentimos dolor, tristeza, alegría, satisfacción, miedo, angustia, gratitud, amor etc. Y por lo tanto, deberíamos tratar y ser tratados como tal, COMO SERES HUMANOS. ¿por qué siempre está la necesidad de estar juzgando al otro?, ¿por qué no podemos sentir compasión por aquel ser humano que se enamoró de otro ser humano de su mismo sexo?, ¿por qué es tan difícil entender que una mujer desee poder tomar su propia decisión con respecto a su cuerpo?, ¿por qué no podemos entender que no todos nacimos para estudiar profesiones iguales, esas que “si dan plata”?, porque no todos tenemos que graduarnos del colegio y de la universidad en un rango de edad y de tiempo que el sistema dice y exige, porque no somos capaces de vivir nuestras propias vidas sin estar pensando mal de los que toman decisiones diferentes que no nos parecen las “correctas”, y tal vez para algunos no es “correcto” pero para esa persona es la única solución, o puede ser ese su sueño. Los seres humanos buscamos que se nos diferencie por lo que somos, y no por lo que tenemos, por tal motivo merecemos dar y recibir respeto y comprensión por las decisiones que cada individuo tome, claro está sin perjudicar nuestro entorno, todo aquello que sueñes lo puedes hacer sin importar qué inclinación religiosa o sexual tengas, estamos en un mundo donde todos cabemos con nuestras formas de pensar. Por este motivo debemos evolucionar y salir de la esclavitud mental de rótulos donde nos encajonan para que fuéramos iguales en una sociedad desigual, ya que todos somos diferentes y no está bien que ninguna religión, gobierno o sistema nos quite lo más importante, que es la libertad, tenemos que vivir viendo nuestro futuro, rodeémonos de personas libres que tengan buenas acciones, personas que sean un buen ejemplo donde podamos ser nosotros mismos, sigamos “parámetros” donde nos hacemos bien entre todos, que seamos capaces de respetarnos, comprendernos a nosotros mismos y a todo aquello que nos rodea, incluso la naturaleza y lo material, porque el futuro se encarga de darte todo lo que te mereces. No hay necesidad de exterminar lo que no entendemos, porque al fin y al cabo solo tenemos una sola oportunidad de vivir esta vida y ningún ser humano es perfecto, así que vivamos, soñemos, viajemos, disfrutemos de todo para que el día que tengamos que irnos, tengamos la certeza de que hicimos las cosas bien y vivimos en paz y libertad, y nunca sentiremos la necesidad de preguntarnos ¿Por qué desperdicié mi tiempo tratando de vivir como la sociedad lo exigía? O ¿Por qué no hice el viaje que quería hacer? O ¿Por qué no vivir mi propia vida sin pensar que están haciendo los demás mal? Despréndete de todo aquello que no te deje vivir feliz. Ninguna persona sea quien sea está más capacitada que tú, para tomar tus propias decisiones, haz lo correcto siempre pensando en lo que quieres atraer para tu futuro, sin tomar atajos para que nunca tengas que volver al mismo punto, y nunca permitas críticas o consejos destructivos en tu vida.



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