5 Revolucionarios Símbolos Feministas en Cannes, que Lograron un Acuerdo de Igualdad de Género.

June 9, 2019
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El Festival de Cannes en el 2018, se destaca por una gama de simbología a favor de la mujer, y a través de ésta se acentúa un rol determinante y de poder para alejarnos de los estereotipos que han marcado nuestros roles. Si bien, no es el primer Festival donde se alza la voz y se eleva contundentes verdades sobre la brecha salarial, la violencia sexual, tráfico de mujeres, discriminación laboral en el acceso a puestos directivos, exclusión por raza, por edad, etc. Los Golden Globes, Premios Óscar y el Festival de Cine de Tribeca son algunos de esos otros espacios de la industria fílmica que reivindican la necesidad de un cambio estructural para lograr la igualdad de género.

Notoriamente el activismo femenino en la industria cultural se expone con símbolos que desenmascaran las desventajas que tienen las mujeres, por ejemplo, cuando Frances McDormand, gana El Óscar a mejor actriz, lo deja en el suelo e invita a mirarlo desde otra perspectiva, la de género. Sin duda, es un mensaje poderoso para una audiencia de 26,5 millones de espectadores (Hollywoodreporter).

En Cannes, se presencia una oleada categórica de éstos, empecemos con la premier de la película Girls of the Sun, dirigida por una de las tres únicas mujeres directoras presentes en la competencia del Festival, es un guión que narra y confronta con la historia de un batallón Kurdo de soldadas, esta película se convierte en la antesala y en el primer gran mensaje de 82 mujeres productoras, actrices, asistentes y personal de producción que deliberadamente marchan tomadas de la mano y culminan en el penúltimo escalón de la emblemática escalera del Palais des Festivals, antes de ingresar al estreno. Allí, en francés y en inglés pronuncian su manifiesto; pero antes consideremos el significado de una marcha de 82 mujeres, esto corresponde al número de mujeres directoras que han participado durante 70 años de existencia del Festival, respecto a los 1.688 directores masculinos en este mismo periodo. Por lo tanto, es el símbolo que retrata el escenario desigual en la dirección del cine, de fondo significa el cómo hemos visto el rol de las mujeres en las narrativas de las películas, pues en el mundo se venden en el año 8 mil millones de entradas al cine[1], imaginemos por un momento ¿cómo sería el cine si la cifra de dirección y producción fuera igualitaria? tal vez, el tratamiento histórico pornográfico que posiciona a la mujer como objeto de placer o en roles pasivos y secundarios estarían devaluados completamente y estos miles de millones de personas podrían ver desde el séptimo arte, más a menudo y más cercano el rol valioso y determinante que verdaderamente y a diario construyen mujeres científicas, educadoras, madres, amas de casa, artistas, presidentas del sector público y privado, la lista es larga…

Segundo símbolo, ubicarse en el escalón penúltimo, todas juntas, antes de ingresar al estreno de la película, significa que sí, se ha avanzado, se ha ascendido grandes escalones, pero aún falta, sin embargo, unidas están más cercanas de la meta. Allí se lee un profundo manifiesto, con peticiones claras y justas en la industria fílmica, “un mundo laboral que nos permite a todas colaborar delante y detrás de las cámaras codo con codo con nuestros colegas masculinos"; "Los peldaños de nuestra industria deben ser accesibles a todos. Escalémoslos"[2], no siendo esto suficiente pero conscientes del poder de su mensaje, trascienden el llamado a otros sectores y hacen un llamado general para cerrar las brechas en todos los escenarios: "Estamos aquí en solidaridad con las mujeres de todas las industrias. Esperamos que las instituciones activen políticas de igualdad y salvaguarden los ambientes laborales. Demandamos que los gobiernos luchen para que se cumplan las leyes de paridad salarial". Estar juntas, ascendiendo es el tercer y enérgico símbolo.

Días después, ocurre el cuarto símbolo como repercusión, el director del Festival de Cannes, Thierry Fremaux, firma un acuerdo como compromiso para mejorar los procesos de selección que faciliten la paridad entre hombres y mujeres. Además, del logro de un compromiso público con un pliego que evoluciona este sector; es lo que significa el compromiso masculino en ello, Bordieu expresa que “el esfuerzo para liberar a las mujeres de la dominación, o sea, de las estructuras objetivas y asimiladas que se les imponen, no puede avanzar sin un esfuerzo por liberar a los hombres de esas mismas estructuras que hacen que ellos contribuyan a imponerlas”.

El quinto y final símbolo destacable, es el de Kristen Stewart, se despojó de sus zapatos en la alfombra roja, como protesta a los protocolos de vestimenta impuesta a las mujeres. Considerando, que no es un argumento de comodidad, sino de un estereotipo impuesto de lo que significa ser mujer: llevar tacones y vestido.

Con toda esta semiótica de resistencia se propicia una pedagogía para el cambio sin acudir a la hostilidad, ni agresiones todo lo contrario, se da valor a lo masculino y se incita a la relación de pares, con el entendimiento que antes de los constructos sociales de lo femenino y lo masculino está una condición común y es la humana.

El reto, es llevar esta semiótica a nuestros espacios cotidianos para vincular a los hombres y mujeres que nos rodean para cosechar más victorias.


[1] Recuperado de: Revista Arcadia.

[2] Tomado de. Periódico El País. La foto de la desigualdad de género en el cine.
12 mayo 2018.


5 Revolucionarios Símbolos Feministas en Cannes, que Lograron un Acuerdo de Igualdad de Género.

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October 6, 2018

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El Festival de Cannes en el 2018, se destaca por una gama de simbología a favor de la mujer, y a través de ésta se acentúa un rol determinante y de poder para alejarnos de los estereotipos que han marcado nuestros roles. Si bien, no es el primer Festival donde se alza la voz y se eleva contundentes verdades sobre la brecha salarial, la violencia sexual, tráfico de mujeres, discriminación laboral en el acceso a puestos directivos, exclusión por raza, por edad, etc. Los Golden Globes, Premios Óscar y el Festival de Cine de Tribeca son algunos de esos otros espacios de la industria fílmica que reivindican la necesidad de un cambio estructural para lograr la igualdad de género.

Notoriamente el activismo femenino en la industria cultural se expone con símbolos que desenmascaran las desventajas que tienen las mujeres, por ejemplo, cuando Frances McDormand, gana El Óscar a mejor actriz, lo deja en el suelo e invita a mirarlo desde otra perspectiva, la de género. Sin duda, es un mensaje poderoso para una audiencia de 26,5 millones de espectadores (Hollywoodreporter).

En Cannes, se presencia una oleada categórica de éstos, empecemos con la premier de la película Girls of the Sun, dirigida por una de las tres únicas mujeres directoras presentes en la competencia del Festival, es un guión que narra y confronta con la historia de un batallón Kurdo de soldadas, esta película se convierte en la antesala y en el primer gran mensaje de 82 mujeres productoras, actrices, asistentes y personal de producción que deliberadamente marchan tomadas de la mano y culminan en el penúltimo escalón de la emblemática escalera del Palais des Festivals, antes de ingresar al estreno. Allí, en francés y en inglés pronuncian su manifiesto; pero antes consideremos el significado de una marcha de 82 mujeres, esto corresponde al número de mujeres directoras que han participado durante 70 años de existencia del Festival, respecto a los 1.688 directores masculinos en este mismo periodo. Por lo tanto, es el símbolo que retrata el escenario desigual en la dirección del cine, de fondo significa el cómo hemos visto el rol de las mujeres en las narrativas de las películas, pues en el mundo se venden en el año 8 mil millones de entradas al cine[1], imaginemos por un momento ¿cómo sería el cine si la cifra de dirección y producción fuera igualitaria? tal vez, el tratamiento histórico pornográfico que posiciona a la mujer como objeto de placer o en roles pasivos y secundarios estarían devaluados completamente y estos miles de millones de personas podrían ver desde el séptimo arte, más a menudo y más cercano el rol valioso y determinante que verdaderamente y a diario construyen mujeres científicas, educadoras, madres, amas de casa, artistas, presidentas del sector público y privado, la lista es larga…

Segundo símbolo, ubicarse en el escalón penúltimo, todas juntas, antes de ingresar al estreno de la película, significa que sí, se ha avanzado, se ha ascendido grandes escalones, pero aún falta, sin embargo, unidas están más cercanas de la meta. Allí se lee un profundo manifiesto, con peticiones claras y justas en la industria fílmica, “un mundo laboral que nos permite a todas colaborar delante y detrás de las cámaras codo con codo con nuestros colegas masculinos"; "Los peldaños de nuestra industria deben ser accesibles a todos. Escalémoslos"[2], no siendo esto suficiente pero conscientes del poder de su mensaje, trascienden el llamado a otros sectores y hacen un llamado general para cerrar las brechas en todos los escenarios: "Estamos aquí en solidaridad con las mujeres de todas las industrias. Esperamos que las instituciones activen políticas de igualdad y salvaguarden los ambientes laborales. Demandamos que los gobiernos luchen para que se cumplan las leyes de paridad salarial". Estar juntas, ascendiendo es el tercer y enérgico símbolo.

Días después, ocurre el cuarto símbolo como repercusión, el director del Festival de Cannes, Thierry Fremaux, firma un acuerdo como compromiso para mejorar los procesos de selección que faciliten la paridad entre hombres y mujeres. Además, del logro de un compromiso público con un pliego que evoluciona este sector; es lo que significa el compromiso masculino en ello, Bordieu expresa que “el esfuerzo para liberar a las mujeres de la dominación, o sea, de las estructuras objetivas y asimiladas que se les imponen, no puede avanzar sin un esfuerzo por liberar a los hombres de esas mismas estructuras que hacen que ellos contribuyan a imponerlas”.

El quinto y final símbolo destacable, es el de Kristen Stewart, se despojó de sus zapatos en la alfombra roja, como protesta a los protocolos de vestimenta impuesta a las mujeres. Considerando, que no es un argumento de comodidad, sino de un estereotipo impuesto de lo que significa ser mujer: llevar tacones y vestido.

Con toda esta semiótica de resistencia se propicia una pedagogía para el cambio sin acudir a la hostilidad, ni agresiones todo lo contrario, se da valor a lo masculino y se incita a la relación de pares, con el entendimiento que antes de los constructos sociales de lo femenino y lo masculino está una condición común y es la humana.

El reto, es llevar esta semiótica a nuestros espacios cotidianos para vincular a los hombres y mujeres que nos rodean para cosechar más victorias.


[1] Recuperado de: Revista Arcadia.

[2] Tomado de. Periódico El País. La foto de la desigualdad de género en el cine.
12 mayo 2018.


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